──y aunque no pertenezca a él no se me permite entrar... ──musitó, y su voz sonó próxima a un gruñido ingrato. entonces, el celestial azul de sus ojos se clavó en el impropio, y reflejó un amor intenso en su mirar. resopló, las mariposas revolotearon próximas al dorado de sus rizos: el ángel caído sintió que volvía a ascender a alguna parte. ──¿se me han adelantado? ¿eso significa que no puedo hacer otro contrato más contigo? ──sus manos se aferraron cálidas a las del intermediario, y bajó peligrosamente hasta su espalda. bajó por su cadera; besó inmenso sus labios, el etéreo sabor de su amado era lo más cercano a la ambrosía de los dioses. efímeros, su boca intentó encajar gentilmente con la ajena, y el diablo reconoció que la ternura, la adoración y el cariño existían allí, en ese beso. al separarse, relamió su inferior y quedó mirándolo, incapaz de apartar la mirada.
el amor es la más radiante de las luces.
se aferró a su cuerpo, y sus alas no tardaron en relucir al momento de acunarlo contra si: lo envolvió con sumo cuidado, lo acurrucó con el suave tacto de sus plumas, y nunca se encontró tan puro en su amor como entonces. sus dedos viajaron hasta su espalda, luego rozaron sus cabellos. enamorado, dejó ir un suspiro. ──esperé días y noches para que llegaras a mi, y esperaría mil eternidades para sostenerte y besarte. removería infinidad de infiernas hasta llegar a ti... me encantas, mowan. ¿lo tienes en mente?