¡sí… llegué tarde! lo admito sin excusas. y dejarte sola no fue justo. esta vez tú fuiste el reloj puntual y yo, apenas el eco que se retrasó. ¡te extrañé más de lo que se dice en voz alta! y muchísimas gracias por la bienvenida, nanie. te debo una comida, mínimo… y probablemente más. ¿te parece si invitamos a las demás a cenar? seguro que aceptan.