𝒯𝑒ℎ𝑒𝑛𝑢𝑡.

A usted mujer hermosa. 

─── el arcángel aceptó su mano y "besó" sus nudillos en un gesto cortés antes de soltarla. ───
          
          Agradezco la bienvenida Neit, soy Michael, el comandante del ejército celeste, arcángel del orden y el equilibrio. 

☆— Por el momento estamos tranquilos, ¿Que tal tu? Todo en orden —☆

¡Ow!, ¡muchas gracias linda!, es un honor conocerla, yyy gracias por sus halagos ^^ 

⬫ִׄ   No es algo que se escuche seguido sobre mí, así que se lo agradezco con el corazón en la mano. — y realizó el ademán colocando la palma sobre el lado izquierdo de su pecho. — Un gusto, señorita. 

── inclina ligeramente la cabeza, su mirada suave pero llena de sabiduría, como la tierra que acoge todo a su paso ──Neit, mi estimada diosa, tu bienvenida me llena de gratitud. ── sonríe con ternura, la calidez de su voz como un susurro en el viento ──este lugar, aunque distante de mi morada, recibe una paz eterna en su suelo, porque todo lo que toco se nutre de mi esencia.──con una suave caricia en el aire, sus dedos se extienden como si acariciara los rincones del espacio ──es un honor compartir este destino contigo.

ʿ ⃞̶  ⋆ Mmmm ... ⎯⎯ sintió una sensación extraña tan pronto la mujer se acercó, su intuición le decía que aquella mujer portaba vibras malas, pues con tan solo acercarse sintió pesado el ambiente. ⎯⎯ De hecho tiene razón, el trabajo de una madre nunca termina, es un divino regalo el criar a un niño o niña. ⎯⎯ sonrió por educación hacia la mujer, mientras se alzaba el rebozo que tapaba sus hombros⎯⎯

⊹ ˚ . Neit. ──suelta su nombre con una neutralidad casi perezosa, sin molestarse en adornarlo con burla o veneno──. Qué inesperado. ──no hay interés en su mirada, ni en su tono, solo la simple constatación de un hecho que no le afecta en lo más mínimo. Sus dedos se cruzan sobre su pecho mientras la observa, sin siquiera la cortesía de una sonrisa──. No preguntes si te esperaba, porque no lo hacía. No preguntes si me interesa, porque no lo hace. Pero ya que estás aquí… supongo que es mi deber darte la bienvenida. ──alza un dedo con un gesto descuidado, como quien concede un favor sin importancia──. Bienvenida, Neit. Quédate, vete, haz lo que quieras.

Yo creo que la sorpresa es más para mí, ya había venido un par de veces pero no había rastro tuyo hasta ahora, agradezco tú bienvenida y tú amabilidad. Sigues siendo la misma que antes ...

¡Oh, AAAAAAAA ¡Estoy recibiendo unos elogios exagerados! Me está pellizcando las mejillas y me dice que soy adorable. Supongo que ser llamada "linda" y "pequeña" es algo común en este lugar... ¡pero aún así, me toma por sorpresa!
          Me llamo Atila ¿Y usted? ¿Quien es usted?