Por favor si, ya extraño tus deliciosos panqueques con miel, los mejores. Muy bien, muy obediente, bravo, te mereces un premio. ¡Claro que lo quiero demasiado! Y sé que me quiere, y de verdad espero que todo lo que dices se haga realidad, Nev, de verdad no sé que haría si es que no aparece, pero no pierdo la fe en ningún momento, mejor aún, cada día trato de pensar en cosas que podríamos hacer si es que está aquí, créeme, me hace sentir bien, ¡no llores! Hey, muchas gracias por esas palabras, eres lo máximo. ─ Hizo una mueca por el acto del mayor, pero río por aquello, correspondiéndole el abrazo de inmediato con una enorme sonrisa en sus labios dando pequeñas palmadas en su espalda. ─ ¡Déjame gritar a los cuatro vientos que tengo a Neville Hewlett en mi vida! Un amigo que sin duda alguna, vale oro.