/ Alastor tomó entre sus manos una pequeña coronilla que elaboró con varios objetos de limpieza y se inclinó a ponerla sobre su cabeza. Posicionó ambas manos sobre las suaves mejillas de la cíclope.
/ Empezó a carcajear y al verla correr alrededor de él, decidió inclinarse para tomarla en brazos. ¡Muy bien, lindura! Estoy perfectamente bien, fue un pequeño rasguño. Una distracción mía.. nada grave.