Me acabo de levantar de una siesta, te pido un poco de paciencia. Dame unos diez minutos y te recibo con gritos, tantos que voy a superar a Anne. ¡Menos mal notaste el cambio! ¿Se ve mejor así, no crees? Me parecía que el largo ya no me favorecía tanto. ¿Tú? ¿Con la cabeza enterrada en libros? ¿Acaso te has convertido en tu hermana? Por favor, dime que no, ya con una versión de ella es suficiente. Aunque supongo que puedo entenderlo, ¿te tomó tiempo acostumbrarte al ritmo de la universidad? Porque en mi caso fue así. Y lo más interesante que he hecho hasta ahora fue terminar un poema que pidieron en mi clase de literatura, según el maestro quería ver nuestro "talento" en acción. Fue la situación más agobiante en la que he estado, nadie me advirtió que escribir poemas para que alguien los leyera y calificara es diferente a escribir poemas para uno mismo. Mucho de mí, ahora cuéntame, ¿cómo son tus clases? Y podemos omitir la parte interesante de las historias, con que me cuentes cómo has estado me puedo conformar.