Daemon cerró los ojos por un momento al sentir el beso en su frente, dejando que las palabras de Noah lo envolvieran con calidez. Cuando abrió los ojos de nuevo, una suave sonrisa apareció en su rostro.—Noah, no sabes cuánto significa para mí escucharte decir eso —susurró, sus manos descansando sobre las de él—. Me haces sentir seguro, como si todo lo malo se desvaneciera cuando estás a mi lado. No sé qué haría sin ti… gracias por cuidarme, por estar siempre aquí. Prometo que haré lo mismo por ti, siempre.