Creció en una de las zonas más periféricas de Zaun, pesada y sumida en la miseria. Desde pequeña solo pudo valerse mediante la fuerza bruta como herramienta de supervivencia, gracias a aquello su inteligencia práctica es subestimada, pero es su ingenio callejero el que lo ha mantenido viva al fin y al cabo. Con el paso del tiempo su madre supo, con la ayuda de allegados a su padre (†), reinsertarlas en la zona centrica de Zaun.
La propuesta de ingresar a la Academia se le presentó repentinamente cuando las cabezillas de la ciudad subtérranea iniciaron un proyecto para enviar jóvenes zaunitas con la idea de ayudarlos a progresar. Entre los genios calificados que podía encontrar en su ciudad, no se consideraba una. Pues veía a Ekko o a Jinx construir cosas fascinantes y sentía una presión en el pecho que gritaba "inferioridad". Fue una sorpresa para ella cuando su nombre fue propuesto para participar en este ambicioso proyecto.
Dentro de la Academia se siente como una extraña avergonzada de siquiera pensar que puede gozar de deambular por sus mismos pasillos. Sin embargo, en el fondo, tiene un deseo latente de encontrar su 'por qué' en la vida.
Se pregunta si verdaderamente podrá reconciliar su identidad con su carácter brusco que la lleva a construir un muro que rechaza ese mundo dispuesto a ayudarla.