Oye idiota... no me presionaste, ¿Ok? Me gustó, estuvo muy bien... demasiado bien... pero no me presionaste, no pienses en la señorita Makima ahora. ／Se mantuvo sentado en el sofá, aunque palmeo el lugar al lado suyo para que ella venga.

Pues si no lo hicieras no lo habríamos hecho, duh, no soy fácil. ／El pelinaranja frunció su ceño cuando vio a la chica comenzar a moverse de un lado para otro, no era el mejor con las emociones de los demás, pero estaba seguro que no estaba bien.
            Oye, ¿Qué te pasa...?

／No dijo nada al respecto de eso, no sabía que decirle de Makima. Al escuchar la pregunta, movió su cabeza para verla.
            ¿Mhm...? Pues lo hicimos, ¿No?

／Las manos del pelinaranja subieron hasta los pechos ajenos, los cuáles apretó por encima de la tela del sujetador. Se dejó guiar por ella al sofá, hasta chocar con este y caer sentado.

／El híbrido se mantuvo en silencio al no saber bien que decir, limitándose a dar un asentimiento antes de volver a besar los labios de la pelirrosa. Las manos del chico se dirigieron por debajo de la camiseta de la contraria, explorando su torso.

／El muchacho se separó del beso al escuchar a la chica murmurar su nombre, dándole vía libre para que ésta comunicará lo que quisiera.