Rhaenyra, buenas noches. Quería pedirte una disculpa por lo que hicieron mis hijos anoche, hay aveces que se descontrolan y no hay manera de callarles la boca.
Ojalá fuera así, Rhaenyra. Sí puedo decirte que tu hija me gusta mucho, Naelys es una chica muy especial para mí y muero de ganas por conocerla todo lo que me lo permita. Pero no, no soy su pareja. Lamentablemente.
Hm. ¿Es esta una de tus patéticas maneras de hacerte ver y llamar la atención como la urgida y necesitada que eres, Rhaenyra? Si me vas a dar una bienvenida tan hipócrita como esta, guarda tu lengua para ti.