Richie

uno de los fantasmas de la casa es la amante de mi padre.

en la murder house es lo mismo.

¿puedo sabor como son?

De nada, Richie. Y sí, entiendo lo que dices. A veces, un lugar elegante es justo lo que se necesita para sentirse en control. Pero, un tipo como tú... bueno, parece que sabes cómo moverte entre las sombras, como si fueras el rey de tu propio juego.
            Y sobre lo que no se puede ver a simple vista, bueno, a veces las cosas más interesantes son las que no puedes tocar. En este hotel, hay secretos que podrían darte una perspectiva diferente de lo que consideras 'realidad'. Y quién sabe, tal vez jugar a las probabilidades te lleve a una experiencia inesperada

Agradezco mucho la bienvenida, señorita Rosie. Lamentablemente, comprendo bastante bien que el Hotel Cortez es un laberinto de deseos oscuros y secretos sombríos. Lo sé. Terminé comí esos fantasmas que deambulan por los pasillos. Exactamente, lo sé muy bien. Debo decir que es una agonía.
            @SquadAmericanHorrorS  

... o cada fantasma, jijiji.

bueno, eso es cierto. indiscutible.

wow, como una película de terror. me encanta. yo adoro gritar, como una banshee. siempre funciona si quieres asustar a muchas personas al mismo tiempo.

Ahora, Richie vaga como un espectro en el Hotel Cortez, atrapado en una eternidad que no puede controlar, reviviendo sus crímenes y su propio final en un ciclo interminable. Sin embargo, incluso en la muerte, su necesidad de control y violencia no ha disminuido. Atrapado en el hotel, Richie sigue matando a aquellos que tienen la mala suerte de cruzarse en su camino. Los huéspedes del Cortez se han convertido en sus nuevas víctimas, asesinados por un espectro que nunca perdió su sed de sangre. El Hotel, en su cruel sentido del humor, se asegura de que Richie nunca pueda olvidar que, aunque esté muerto, siempre encontrará nuevas vidas que arrebatar, perpetuando su rol de depredador en un ciclo eterno de muerte y sufrimiento.

Furiosa por la osadía de Richie al intentar robarle a su preciado Donovan, La Condesa decidió acabar con él. Pero Richie, con la astucia y el desprecio por la vida ajena que lo caracterizaba, no era tan fácil de matar. Cuando La Condesa trató de seducirlo para después matarlo, Richie se dio cuenta de sus intenciones y se defendió con una furia inesperada. Logró escapar del ataque inicial, pero La Condesa no era una oponente cualquiera.
            
            Finalmente, en una confrontación brutal dentro del oscuro y lujoso hotel, Richie encontró su fin. No fue La Condesa quien lo mató directamente, sino el hotel mismo. En su intento desesperado por escapar, se topó con la esencia maldita del Cortez, un lugar que no perdona a nadie. Las paredes mismas parecían cerrarse sobre él. Richie, que había pasado su vida creyendo que podía dominar y controlar cualquier situación, encontró algo mucho más fuerte que él.
            
            En su desesperación por huir de La Condesa, cometió un error fatal: se dirigió al misterioso pasillo del séptimo piso, un lugar del que nadie había regresado jamás. Las sombras se alargaron, las luces parpadearon, y las voces de las almas condenadas lo envolvieron. En ese instante, Richie comprendió que su vida, plagada de control y violencia, llegaba a su fin. Murió de manera brutal, atrapado por el hotel mismo, su cuerpo desapareciendo en la oscuridad de los muros del Cortez.

A los 26 años, Richie estaba en la cúspide de su carrera y su locura. Para escapar de una investigación policial sobre una serie de asesinatos brutales en Nueva York, decidió alejarse temporalmente de la ciudad. Fue entonces cuando encontró el Hotel Cortez, un lugar que lo llamó como una trampa mortal desde el momento en que puso un pie en su oscura y opulenta recepción. Richie quedó fascinado por la atmósfera del hotel, su mezcla de decadencia y misterio lo atraía como un imán. Allí, creía que podría desaparecer de la vida pública, continuar sus asesinatos, y nadie lo notaría. El Hotel Cortez se convertiría en su nuevo campo de juego.
            
            Fue en el hotel donde conoció a Donovan. Donovan era el epítome del tipo de hombre que siempre había deseado: hermoso, distante y seductor. Richie se obsesionó rápidamente con él, convencido de que podrían tener una conexión especial. Sin embargo, había un problema: La Condesa, la vampira eterna del Hotel Cortez, que veía en Donovan su posesión personal. Richie no entendía el poder que La Condesa tenía sobre Donovan, ni las dinámicas de la muerte y la eternidad que se jugaban en ese lugar.
            
            Richie se acercó a Donovan con el mismo enfoque metódico que usaba para sus asesinatos. Sin embargo, Donovan no solo lo rechazó, sino que lo hizo de una manera que tocó las fibras más profundas de la inseguridad de Richie. Donovan no lo veía como un igual, sino como un mero mortal con aspiraciones vanas. El rechazo encendió en Richie una ira asesina. Pero antes de que pudiera actuar, La Condesa intervino.