¡No lo sé! ¿Cómo es posible que no vendan vodka?. / Quejumbroso y caprichoso, aunque no tenía mucho de qué quejarse, estaba con el amor de su vida viendo un hermoso paisaje, y bebiendo, ¿Qué más podría pedir?
Su mirada era penetrante, a pesar de distraerse con la mínima cosa, cuando se trataba de mirar directo al rostro a su novio, sabía que podía admirarlo por horas. Hizo un diminuto puchero. Eres tan lindo, ¿Debería agradecerle a tu padre y madre? / Asintió despacio a su pregunta, aunque fuese irracional, podrían encontrar la forma. A menos de que haya un hotel o algo así por aquí, o más bien, al menos un poco más abajo de este lugar. / Se removió entre su asiento, pegándose a su novio como una garrapata; dejó un ínfimo ósculo sobre su cuello. Su puchero volvió a aparecer al presenciar tal acto tan amoroso, pero su cercanía lo interrumpió. Tomando de mi boca.