River.

Hablando de simios...¿Cómo se llamaba ese con el que tuviste tu evento canino? 

¡River, muchas gracias! Y me arrepiento tanto de no haber tomado la oportunidad de hacernos más unidas, créeme que me hubiera encantado que fuéramos las mejores amigas, pero ya sabes que el ambiente que nos rodeaba no era el mejor y nos distraía de lo importante. De todas formas, gracias por el halago, dulzura, pero yo estoy demasiado impresionada por lo bien que te ves actualmente. Y no me malinterpretes, siempre has sido preciosa, pero el tiempo te ha sentado de maravilla. Estoy enamorada, aviso.

Oh, River. ¿Acaso todos los Vaughn se pusieron de acuerdo para recibirme? Mhm, está bien, tampoco es que me esté quejando. Gracias por la bienvenida, River, y también por el cumplido. No creo que sea necesario que te dé algún tip ni nada; tú luces espléndida. Ciertamente, adoro lo que has hecho con tu cabello.

No creo que realmente aplique como secuestrar si me voy de buena gana (lo cual hago contigo todo el tiempo) pero está bien, me haré la ofendida mientras me arrastras a playas caribeñas preciosas. Y lo sé, es un aburrido que cree que la industria aún se preocupa por las tallas. Es decir sí, lo hacen un poco, pero no le dan tanta atención a las tallas más grandes como en la época de Naomi por ejemplo. Cuando salgamos hay que hartarnos de carbohidratos y alcohol solo para poder molestarlo. Ponte más bonita de lo que eres, estamos ocupadas esta noche.

Más pintas de vagabunda tienes tú. Todavía no capto la comparación entre manosear y pedir limosna, pero no es tan difícil pedir las cosas, River. No tienes por qué tirarme indirectas para que te manosee.

No puede ser. Esto es increíble. Hola, mujer de mis ojos. 

Hey, River. Qué grato es verte nuevamente por aquí. Los años te han ido bien. 

Bienvenida nuevamente al infierno, River. He de admitir que los años te sentaron bien.

Causante de todas mis infamias. Seré bueno contigo solo porque —para mi buena suerte— no he visto tu rostro en años: tu día no empeoró por mí, sino por esta ridícula reunión. ¿Tú dejaste de enamorarte de todos? O como dirían los jóvenes inexpertos: de encularte de cada individuo con pies. ¿Supiste de mí estando en la cama de alguien? De otra forma, no sé cómo podría estar hundido en una mujer. Créeme, no va conmigo. Gracias, Riv. 

Mi River, no veía la hora en la que llegaras. Me da escalofríos de pensar que tendremos que convivir con personas a las que muchos años atrás les hicimos la cruz. Lydia se encuentra con el entusiasmo de presenciar una riña a puño limpio. ¿Me recuerdas por qué dijimos sí a venir?