What If...? Activity!!
¿Qué pasaría si Rocket nunca hubiera escapado?
En vez de rebelarse físicamente, se convierte en el genio detrás del sistema. Su intelecto supera al de sus creadores, y lentamente toma control del complejo desde adentro, manipulando protocolos.
La luz blanca del laboratorio nunca se apaga. No hay noche, ni estrellas. Solo el zumbido constante de máquinas que no preguntan, no sienten, no dudan. En una celda marcada con el número 89P13, un pequeño ser de pelaje gris observa. Sus ojos no brillan por miedo, sino por cálculo. Rocket no sueña con escapar. Sueña con rediseñar el mundo desde adentro.
En la celda contigua, Lylla mueve sus patas mecánicas con delicadeza, como si tejiera hilos invisibles entre los barrotes. Ella no habla mucho, pero cuando lo hace, sus palabras son refugio. “No somos errores,” le dice a Rocket una noche. “Somos el comienzo de algo que ellos no pueden entender.”
Más allá, Teefs mastica cables con curiosidad. No por hambre, sino por arte. Cada pedazo de metal que encuentra lo convierte en una herramienta, una escultura, una broma. “Si el universo es un chiste,” dice, “al menos que sea uno bueno.”
Y en el rincón más oscuro, Floor dibuja. Con sus patas torcidas, traza líneas en el polvo del suelo. Mapas, constelaciones, sueños. “Este es el camino hacia el cielo,” susurra, señalando un espiral que termina en una flor.