¿Lo dudas? No lo hagas, ni por un segundo, porque ese efecto tuyo en mi está siempre presente. Lo llaman “El efecto Rose Granger”, ¿no lo sabías? Científicos de todas partes del mundo lo comprobaron. ¿Que? ¡No! Basta, no estoy roja. Trato de evitar no hacerlo, es muy vergonzoso. Por supuesto que no, Rosie, tú ya tienes todo mi corazón, pero cuando parece que ya no puedes hacer algo más para enamorarme siempre me sorprendes. Creo que, definitivamente, no hay día en el que dejes de conquistarme. Y yo estoy muy bien con eso, no deseo una vida si no te tengo a ti a mi lado, cariño. Bien, pues entonces deberías estar conmigo las 24 horas del día, porque a veces me siento triste cuando no estás por aquí. Y no queremos que esté triste, ¿verdad? ¿Crees que no hay ninguna manera? Puedo verlo en tus ojos, Rosie. A mi no me mientas. ¿Te interesa más la estantería? Quizás ella pueda escribirte un poema (es broma). Mi atención ya la tienes todo el tiempo, no tienes ni que intentarlo. ¿Algo más interesante que tu? No lo creo, pero debes admitir que los libros.. Ni siquiera tengo las palabras, son geniales, cuando leo es como si viviera distintas vidas en esta realidad, ¿entiendes? Sinceramente, es increíble. Oye, por cierto, que lindo se oye cuando dices mi nombre. Me encanta. Entonces, ¿me amarías si fuera una cucaracha? ¿O un cangrejo? ¿O una lagartija? Por Merlin, que turbio, ¿me imaginas siendo una lagartija? Horripilante. Oh, parece que una señorita realmente quiere ese poema. Yo gano la cita, tú el poema, estamos a mano, ¿no? Si, claro que estamos a mano. Dame unos días y ese poema estará en la puerta de tu habitación; junto con el chocolate, por supuesto, o unas galletas, lo que tú prefieras. ¿Tú quieres que sea una cita? Pues no se diga más, nos veremos en Hogsmade este fin de semana. Te diría que te pusieras linda, pero siempre lo estás, por lo que realmente no necesitas nada más. Deja de preocuparte, Rosie. Jamás me iré de tu lado, puedes estar segura de eso.