todo ha estado bien a pesar de que vi otra versión de mi misma por estos lados ¿y tú? ¿cuando llegaste? me alegra ver a la mismísima reina de corazones
— soltó una pequeña carcajada, aún corriendo, y con apenas algunos segundos de ventaja logró traspasar las cartas antes de que cayeran al suelo, escapando del lugar. —
Bueno, podría abrirlo, o simplemente...
— aprovecho que tenia el espejo en las manos y lo guardó en su bolsillo rápidamente. —
Ahora es mío.
— dijo con una pequeña sonrisa, alejándose lentamente. —