con un suave movimiento, se inclinó hacia adelante, parándose de puntillas para alcanzar su oído. su cercanía hizo que su corazón se acelerara aún más, y por un momento temió que él pudiera escucharlo. con voz dulce, y en un susurro tan suave como el roce de una pluma pero con un toque de picardía que raramente mostraba, susurró: "a veces, cuando nadie me ve, me quedo mirando las estrellas e imagino que puedo escuchar sus historias... ¿te gustaría escucharlas conmigo alguna vez?"
tan pronto como las palabras abandonaron sus labios, celiánne dio un pequeño paso hacia atrás, sus manos entrelazadas frente a ella y su mirada bajando hacia el suelo, como si de repente el patrón del piso fuera lo más interesante del mundo. el rubor en sus mejillas se había intensificado, y una pequeña sonrisa tímida jugaba en sus labios, mitad avergonzada por su atrevimiento, mitad orgullosa por haber logrado completar el reto.
sin embargo, mientras se alejaba, no pudo evitar lanzar una última mirada furtiva hacia ryohei por encima de su hombro, y por un breve instante, una chispa traviesa brilló en sus ojos, contradiciendo su aparente timidez. quizás, pensó, las estrellas no serían lo único interesante que habría para observar esa noche.