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—Hizo contacto visual por un momento con aquella sultana y luego la apartó ak ver aquella sonrisa— Y estoy orgulloso de no serlo... No puedo ser tan frío.

—El joven bufó y apretó los puños, desvío la vista hacia el suelo— Aún no he podido hablar con él porque está en una campaña y no ha regresado. —Masculló lleno de rabia y vergüenza entremezcladas —  Ya veremos qué sucede cuando él sea quien lo sepa. Definitivamente eres hija de nuestra madre, Sabriye 

—En automático la actitud del joven príncipe había cambiado a una hostil, este rechistó y negó con la cabeza— Sultana, creo que eso no es su asunto a decir verdad.

la versión d quinta q menos duró, en fin

adios ekaterina, t irá mejor en el bote