sariel, buenos días: acabo de enterarme de lo ocurrido, espero que no llegar muy tarde para brindarte una respuesta. me gustaría que la vieras en tiempo y forma...a pesar de ya no tener dónde convivir como tal, siempre serás bien recibido en mi tablero. con esto me refiero a que aquí estoy y aquí me quedaré si tú también lo deseas: cada segundo a tu lado fueron increíblemente placenteros para mi y disfruté de cada sonrisa pintada en tus labios. ¿sabes? me atrajiste desde el principio, cuando te uniste al grupo. fui yo el que confesó estar sintiendo cosas hacia ti; cosas que aumentan a cada minuto que paso contigo. no tardé mucho en percatarme de que aquello se había convertido en un enamoramiento y, cómo no, en amor. creo que... no hubieras podido espantarme con nada: me gustabas cuando jugueteabas conmigo, cuando me hacías sacar de quicio como lider y también cuando dormías a mi lado y te veías vulnerable y tranquilo. me gusta tu personalidad y tu gracia, verdaderamente tienes un talante etéreo: aún ansío recibir un toque de tus labios. por un momento pensé que estarías tentando las aguas, y pasé tiempo pensando que no me elegirías a mi. a pesar de tener toda una fila de pretendiente (con justa razón) pude notar que día tras día me elegías a mi, y yo no cabía en mi alegría desde el amanecer hasta que me iba a dormir. sariel... así como podemos ser los padres adoptivos de marjorie, también puedes ser el papá de mi cabra loca. podemos hacer todo lo que nos faltó por hacer y más, no me sueltes (por favor), porque yo no pienso dejarte ir a ti. cuéntame tus novelas, tu pasado y tus deseos. quiero que seas mi compañero de vida.