Sexy Drug.

La diferencia es que ninguno de esos dichosos imbéciles es hijo de la presidenta, muñeca. Presiento que podré ayudarte a cambiar de opinión pronto, o eso espero. ¡Ah, anda! ¿En serio me dirás que no has considerado usar tu cerebrito para cosas más… entretenidas? Nos llevaremos bien, rubia, eso no lo dudo. Por favor, Morrison, no quieras ponerte en ese plan conmigo— aunque, okay, no niego que me divierte verte intentando encajar aquí y ser intimidante. Eres adorable, ¿qué necesitas para confiar en mi? ¿Una casa para tus Barbies? No pensé que aceptarías tan pronto; creí que dirías que tu mami no te permitiría regresar con olor a alcohol a casa. ⸻Soltó una corta risa, negando ligeramente con su cabeza y haciéndole una señal a la joven rubia en acompañarlo hacia la barra de bebidas de el lugar. Una vez ahí, simplemente se limita a hacer un ademán con su mano a el bartender. Minutos después, el mismo regresó y le extendió a ambos adultos sus respectivas copas.⸻ Bien, quiero que sepas que no hago esto con cada persona que conozco, considérate afortunada. La cosa es, ¿qué dirías si uno a tu cerebrito a mi equipo? Sí, es repentino, pero básicamente me están obligando a ofrecerte este puesto, así que, ¿qué dices? 

Eso habla mucho de los círculos sociales dónde estás. Al menos mira el lado bueno, rubia; estás en buenas manos conmigo y el resto de mi equipo. ¿"Detestan"? Me suena más a posible envidia por los demás, pero está bien, puedo vivir con eso. ¿Aburrida? Huh, ¿acaso saquear cuentas bancarias de personas mayores no suena como un plan divertido para ti? Es un plan perfecto para una noche solitaria. Como sea, al menos me genera algo de alegría verte aquí, y, tranquila, princesa, que no pretendo quitarte más tiempo. Solo quiero… conocerte un poco, ¿por qué lo preguntas? Luces algo nerviosa, ¿No confías en mi? Además, tengo una buena propuesta para ti, pero creo que esto amerita un trago, Barbie. ¿Me dejas invitarte algo? 

La pequeña Barbie tiene carácter, ¿eh? Me agrada. Pfft, lamento tener que ser yo quien te saque de tu burbuja de poder imaginario, muñeca, pero no me interesa ni interesará algo contigo que no sea profesional… aunque no niego que eres una cara bonita, y con mente brillante. Desde ahora te advierto que toda cosa que oíste es falsa, ya sabes cómo son la prensa y clientes insatisfechos: solo saben hablar mierda. Aún así, es un gusto conocerte al fin, Morrison. ¿Por qué no te había visto por aquí antes? Oí un alboroto en cuanto llégate, no sabía que eras así de popular.