Bàstian.

Eres mentiroso y medio. El de los mensajes desesperados eras tú, te lo recuerdo, incluso puedo adjuntar chats como prueba para que tú mismo seas testigo de los mil te extraño que me ponías a diario. Sumándole que también ANSIABAS mi regreso de Brasil.

Estoy segura de mí misma porque demuestras por tu cuenta que caes fácilmente si te hago ojitos y así, podrías empezar a controlarte si luego leeré tus quejas. La realidad es que Sage tiene toda mi atención, pero hay que ser generosos en esta vida y te brindo un poquito. Quiero ver si lo ególatra también te da valentía para decir que tienes cosas más importantes que hacer antes que ver películas conmigo y adorar mi presencia; luego no aguantas las escenas. Le pondremos los ojos de mi guardaespaldas y la lengua de alguna de tus novias para mayor diversión a futuro, y que los drogadictos se deleiten con esto.

Que me des permiso de manera verbal —y en frente de miles de testigos— indica que puedo manipularte así cuando yo quiera para cualquier cosa, ríndete. Defino falta de atención como cinco minutos en los que no respondes mis videos y mensajes, ¿qué estás haciendo de importante? ¿Estás con tus novias? Respeta mis novelas coreanas, que hasta me has pedido que recreemos algunas escenas —comiendo en las tiendas, sobre todo—. La audacia. 

Gracias mi Sailor. 

No es necesario tampoco decirlo si tú y prácticamente los que te rodean viven de la misma mierda practicando el canibalismo. Eres gracioso cuando quieres.