Okei, primero que nada: No me grites, grandulón. Y, segundo: Tenía dolor de cabeza, necesitaba un respiro. Ya se que debo avisar antes de ir a algún lado, pero de verdad, las personas pueden llegar a ser muy irritantes. Lamento haberlos asustado, pero necesitaba mi propio espacio. ¿Aún falta mucho para irnos? No se cuánto más pueda aguantar.