@SoySimonTyrell
La rubia despertó cuando la pequeña comenzó a llorar y se levantó para ir con ella. La cargó con cuidado, llegando a calmarla al poco tiempo.- Shh, mi pequeña.
- No te ilusiones, es lo esencial. - Le pidió, entre caricias. - Esperemos a los cuatro meses
La rubia se encontraba en su casa, pasados dos meses de su parto.
- Hey, nada de comparaciones ¿si? No quiero que te compares con nadie, eres único. - suspiró. - Simon, me haces feliz ¿ok?
- No digas eso, Simon.- se dió la vuelta, para pasar ambos brazos por su cuello.- Uhtred es Uhtred, tú eres tú. No busco a Uhtred, busco a Simon.
- Uhtred me pidió que rehiciera mi vida y eso estoy haciendo. Fueron trece años muy bonitos, en los que fui feliz a pesar de todas las pérdidas
| estoy al borde de dormirme y no quiero):
La rubia había decidido ir al plató para intentar calmar la ansiedad que sentía tras el viaje; al escuchar la puerta, dejó el guión a un lado y fue a abrir la puerta.- Simon, me alegra verte
- Tras el parto, daremos el paso.- Afirmó, acariciando su mano de nuevo. No había tomado esa decisión a la ligera, sino que estaba muy segura.- Quiero que nos demos una oportunidad
Simon Tyrell, ¿Cuánto tiempo ha pasado?
La rubia se encontraba masajeando su abdomen con la crema, cuando escuchó a su compañero. Tomó una sudadera ancha del montón de ropa y se la puso, para poder abrir la puerta.- Hey Simon ¿Qué te trae por aquí?
La rubia despertó al rato, esbozando una pequeña sonrisa al verlo.- Buenos días, amor mío.- se incorporó, para depositar un beso en sus labios.
- Eso suena muy bien, mi amor.- aumentó el ritmo de los saltos, arqueando su espalda por el placer.
- Con muchas habitaciones, para que me hagas tuya en cada una.- se aferró a sus hombros, subiendo y bajando con lentitud. - La cocina será mi sitio favorito.
La rubia iba pensando en sus cosas, cuando escuchó la voz del rapado. Alzó la vista y lo saludó con la mano.- ¡Buenos días, Simon!
Simon, me alegra el verte de nuevo
Eres un hombre increíble, muy guapo... de seguro hay alguna.- acarició su brazo para animarlo.
Serás un gran padre, ya lo verás. - esbozó una pequeña sonrisa y tomó un poco más de agua.- La mujer indicada te está esperando
