En serio me conoces demasiado poco. No estoy juzgando, tú mismo me preguntaste qué era lo que pensaba de tí, y respondí; segundo, ¿en serio crees que cumplo con mi convicción porque creo que es lo correcto? Han habido ocasiones que he vengado actos que no he querido, y claro que me dolió, pero por lo menos no soy como tú, que disfrazo mi dolor siendo una hija de puta con todos. ¿Sabes cuál es la diferencia? Que yo aprendí a sobrellevar mis conflictos, ¿y tú? estás más sólo que el carajo, y luchas tanto por ocultarlo, pero ante mí te ves tan transparente y frágil como el cristal.