Sí, ya no soy tan ‘peque’, pero me gustaría crecer un poquito más. Recuerdo perfectamente aquella cena en Dragonstone y también lo rápido que todo se fue al desastre. Tú eras el único que mantenía la compostura mientras el resto intentábamos no incendiar la mesa. Pero por favor, no me digas que era un moco. Joff y Jace ya me llamaron ‘mocoso’ hace nada. A la cuarta, lo juro, voy a dejarles un pañuelo lleno de mocos bajo la almohada a los tres. Consideradlo una advertencia. Y bueno, lo de Jace, solo dije lo que todos notan, inclusive él aunque lo disimule con su postura de Don Humilde. Pero cuidado, que no te vea Baela demasiado cerca, que ya sabes que tiene cierto ‘brillo’ en los ojos cada vez que se trata de mi hermano. No quiero acabar mediando un duelo por celos mal entendidos. Y supongo que ya lo sabes pero de verdad que me alegra tenerte aquí. Siempre es más fácil respirar cuando hay alguien con tu temple cerca.