Tartaro

Está bien, que tengas una buena noche 

te quería preguntar si querías guardar a tus nuevas mascotas tenías mí casa, pero creo que estás ocupado 

Me encuentro bien, muchísimo mejor. ¿Que tal estás tú?

Siempre es un placer conversar contigo

si hay algo en lo que mi esencia pueda servir, Tártaro, dímelo y lo escucharé. ──lo observa con atención, con la paciencia de quien ha visto eras transcurrir──no hay fuerza capaz de romper los lazos que nos unen desde el principio de los tiempos, vástago de mi mismo origen.

Tártaro, siempre es un honor cruzar palabras contigo. he permanecido fiel a mi propósito, viendo cómo el equilibrio de todo se mantiene y transforma. ──deja escapar una leve sonrisa── y sobre mi esposo, ¿acaso el cielo ha sentido mi ausencia tanto como yo he sentido la suya?

Tú lo dijiste, son centímetros, así que también eres tamaño bolsillo, los únicos altos son los hombres del grupo // 

Mod: más centímetros que tú, si tengo 

Pinche vieja déjame en paz con eso, ya tengo suficiente con que los demás me hagan burla con eso, además ni que estuvieras muy alta // 

Excelente y Tártaro, la próxima vez antes de aceptar a otra criatura infórmame antes 

Entonces debiste pedirme autorización antes Tártaro, consigue un buen lugar para la rana, el jaguar y el colibrí, por el momento no habrá un castigo pero donde descuides tus labores no me temblará la mano para castigarte adecuadamente → habla con dureza mientras regañaba a su hijo→ 

→ observa a su hijo con dureza contrastando con el aura tranquila que emitía →  te dije que tienes que controlarte más, ¿Acaso no entendiste nada de lo que te dije? 

ʿ ⃞̶  ⋆ Está bien, la verdad es que sentía que lo reconocía más no sabía quién era. ⎯ habló con calma la deidad. ⎯ Tártaro, creí que solo era un sitio, más no una deidad ... es sorprendente como es que al llegar aquí conozco a tantos dioses y diosas ... ¿No cree que este lugar sea impresionante?

ʿ ⃞̶  ⋆ ¿Puedo saber su nombre? Siento que lo reconozco, más no logro entender quien es. No quiero sonar como una diosa ignorante, disculpe usted. 

— Sonríe, aceptando entonces las palabras ajenas. — Le gustan las flores y las cosas dulces. Lo demás, ya sabrás cómo cuidarlo tú. Buena suerte.