—Perséfone miró a otro lado, tenía el corazón roto. Estaba entre la espada y la pared, su familia lo era todo para ella pero Tánatos era su amigo. Se sentía bastante mal.—
¿Y-yo? -Sus ojos se cristalizaron, seguidas de lagrimas que comenzarón a resbalar por sus mejillas- M-mi m-mama fue quien armó todo ese escandalo... h-hasta Afrodita me odia injustamente... ¿T-tengo culpa de lo que hagan los demás?