No, no, estoy bien, tu tranquilo. Te agradezco, tu también eres talentoso. Si, los mejores, ¡incluso casi como hermanos! ¿No? Ay basta, eres un chico amoroso, estoy segura que si deseas tener a una princesita de papá, ¿o me equivoco? Aparte serias excelente, y tu esposa tendría mucha suerte. Bien, me cayó fatal, es grosera sin razón, ¿porque no la has dejado? Digo, ¿la amas?… ehm. No, enserio, no quiero causarte problemas. Está todo en orden, la verdad es que.. ehm, ¡tengo una cita! Si, la tengo, ehm, en una pizzeria. Tengo que irme.