No, no interesa, de verdad. Tu pudiste haber muerto por ese hijo de perra. — Suspiró sentándose en el sofá y negó.— Claro, y yo no soy la cantante más famosa del momento. — Habló sarcástica y tomó su mano, entrelazando sus dedos.— No serás una carga, ambas nos acompañaremos, ¿si? Estaremos para la otra y seremos esposas. — Bromeó un poco soltando una risita y vio al suelo en cuanto pensó en Theo.— No, no me necesita, está mucho mejor sin mi. No quiero que sepa que no podré darle hijos, ¿si? Era nuestro sueño pero no podré, es muy riesgoso, morirán o yo moriré, no puedo hacerle eso. Es mejor que…— Y habló con algo de celos de tan solo imaginarlo con otra mujer.— Que haga su vida con otra, si. — Sus ojos se volvieron a poner llorosos y llevó una de sus manos a su vientre.—