No recordaba del todo nuestra última conversación, pero es un lindo gesto el volver a recordar todo con vuestras tan… encantadoras y dulces palabras. Sois un hombre con talento, mi señor, no le negaré aquello y, aunque las noches suelen ser cortas, compartir una con usted a simple vista puede ser plausible como dice, emocionante en otras palabras, peligrosa en muchas otras. Pero si ha dicho que su vino es una exquisitez en nuestros labios, solo me hace el querer probarlo sin demora.