-ˋˏ ✨ Una Zelda en el medio de la sala con los muebles echos a un lado, un moño, gafas y un café, dándolo todo para tomar aquello.
Bebió un sorbo. —Sinvergüenza hermoso... —murmuró y le tomó una foto al rompecabezas que luego envío a su hermana.
Estuvo un rato observando el mensaje y entrecerró los ojos. No confiaba ni un poquito en él, pero le picaba la curiosidad y esa necesidad indómita de salirse del plan por aceptar la invitación.
Cuando se dió cuenta de lo lejos que había llegado, se estaba tiñendo los labios de rojo, con una máscara del mismo color en la mesita de noche y el vestido drapeado tenido de un escarlata vibrante.
»¿Qué tan lejos cree que pueda llegar con un tutorial de cinco minutos sobre cómo bailar tango, yendo diez minutos tarde?
—He hecho grandes cosas con menos... —le respondió a la inteligencia que parecía tener suficiente conciencia como para joderla.
»Una cosa más...
—Dom ¿No tienes amigos?
»Siri es medio esquizofrénica, entonces...
Dejó de lado esa conversación con la inteligencia y esperó el taxi que había pedido y la llevó al sitio. La primera impresión fue buena, y medio vistazo le bastó para ubicarlo y tuvo que fruncir los labios para ocultar la sonrisa, tenía una postura bastante característica, ignorando el hecho de que es bastante difícil esconder a un hombre con esa apariencia.
