/la sonrisa genuina y enternecida por parte del adverso provocó una punzada en el corazón de la hechicera; era realmente adorable ver a la maldición entusiasmada al escuchar su voz por primera vez, se sentía cautivada por sus reacciones. sus ojos se entrecerraron lentamente al mismo tiempo que relamía sus labios ante el beso en su dedo índice, intentando contener el ligero rubor que quería asomarse en sus mejillas por la calidez y gentileza del tacto contrario. mmm, en un principio me comentó que solo quería escucharme hablar cuando él lo ordenara y generalmente es cuando se encuentra estresado, dice que tengo el don de calmar sus pesares con el timbre de mi voz— ¿muchas cosas? ¿cómo cuales? ¿destruccion o algo por el estilo? porque entonces comprendería el porqué es mejor mantenerme callada por siempre. que dulce eres, no te creo que seas una maldición, prometo que a partir de hora usaré mi voz también contigo. me parece perfecto, ¿qué quisieras a cambio como agradecimiento por mantener este secreto entre nosotros? me va bien, es amable dentro de lo que cabe… y se ha vuelto respetuoso con el pasar de los meses, supongo que la pérdida de sus anteriores recipientes le afectó para bien.
