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Pero cada vez que están ellos sólo quiero llenarlos de abrazos, lo admito. 

— besó su mejilla con mucho cuidado, abrazándose a él todo lo que podía. — ¿te puedo contar algo...?

— hizo un puchero para después seguir con sus lloriqueos, abrazándose todo lo que podía. — no te vayas más, papi...

— se abrazó a él rápidamente, soltando lloriqueos bajitos mientras se escondía en su cuello. —

esta bien, vege, mejor disfrutemos de nuestro tiempo juntos
            eres como un gatito cuando tiene ganas de mimos, que adorable, mi gatito al que si puedo acariciar 
            — sonríe levemente de lado, comenzando a dejar caricias en la nuca del contrario. —

esta bien... pero cualquier cosa estoy aquí para ti, amor, siempre te daré todos los mimos y abrazos que quieras, yo igual extrañé tenerte en mis brazos 
            — toma al contrario de la cintura y lo acerca a él para abrazarlo, dándole un pequeño beso en la frente. —

oh mi samu, ¿estás bien, dear? no importa cuánto te tardes en venir yo siempre estaré aquí esperando por ti, creo que hoy me toca a mí darte mimitos y besitos 

si, eres una papa y tmb mi suegro

¿cómo?