❀ ╱ La chica llevaba unos cuantos libros cargando, cuando miró las mesas de la biblioteca notó la presencia de la rubia en una de estas. Sentarse con ella no le pareció tan mala idea, después de todo un poco de compañía no sienta mal de vez en cuando. Caminó con pasos firmes hacia dicha mesa, dejó caer los libros en esta llamando la atención de la contraria, seguido se sentó a su lado mientras tomaba el ejemplar que estaba más arriba en la pila.
Buenos días, Vera.