Me rompiste el alma, Tori, me esperaba un
recibimiento con besos y abrazos cálidos, pero
ahora comprendo que el equipo es aún más
importante para mi rubia preferida. No estoy
llorando, eh. ¡Juego, estoy jugando contigo, mi
amor! Por supuesto que sí puedo reunir a
nuestras chicas. Tú sabes perfectamente que
cuentas conmigo para todo lo que se te ofrezca.
¿Quieres escuchar mis pato aventuras? Bueno
pues... ¿Por dónde empezamos? Tengo mil
cosas por platicar. Invítame a almorzar y no
pararé de hablar en bastante tiempo.