Pft, considerando que no dudas dos veces en mencionar a una mujer que desconozco en mi presencia, que piense en otro hombre cuando estoy contigo debería ser la menor de tus preocupaciones. Tómalo como una invitación a presentarme a tus compañeros de equipo, si tanto quieres que deje de molestarte. Hasta le he puesto el ojo a uno. Y cómo es que eres consciente de las calificaciones que obtuve a lo largo del año, ¿ésta es una confesión pública de que sigues mis pasos en secreto y sabes todo sobre mí? Qué miedo —despreocúpate, ambos sabemos lo mucho que te regocijas y cuánto disfrutas de acariciar ese descarado ego que tienes allí encima, aunque me atrevo a decir que no tanto como mencionar mi nombre a cada segundo —. Vièkvr, Vièkvr, Vièkvr. Hay una clara diferencia entre mantenerme alejada de ti y no volver a dirigirte la mirada de la manera más calma posible a salir «huyendo» y corriendo de tus brazos porque me asustas. Siéntate tranquilo, esto nos tomará un buen tiempo, sobre todo porque no habrá nada que pueda acortar esta distancia a menos que sea la única persona a la que se lo preguntes.