Viusha.

De niña, sufrió un evento traumático que marcó su perspectiva para siempre: fue secuestrada por una familia rival, lo que desencadenó en ella un miedo latente a ser controlada. Sin embargo, en lugar de quebrarla, el suceso despertó una faceta más oscura en su personalidad. Se las arregló para escapar utilizando una violencia brutal e inesperada para su edad, ganándose la admiración y el miedo de su propia familia.
          	  
          	  Esa experiencia forjó su identidad: Vishnya no solo aprendió a disfrutar del control, sino que desarrolló una necesidad de buscar situaciones límite, como una forma de probar su poder y su inmune vulnerabilidad. Con el tiempo, se convirtió en una pieza valiosa en las negociaciones de su familia, y no dudaba en usar su carisma o su brutalidad para conseguir lo que quería.
          	  
          	  Su relación con la familia aliada, famosa por la venta de órganos y la leyenda de consumo humano, comenzó en su adolescencia. Se sintió instantáneamente atraída por ellos, no solo por el prestigio que conllevaba la asociación, sino también por el halo de misterio y terror que los rodeaba. Para Vishnya, su historia de vida y la leyenda de sus aliados no eran tan diferentes: ambos estaban envueltos en la oscuridad, y ella ansiaba ser la persona que llevaría esas historias a un nuevo nivel de horror.

 Vishnya Krakova, hija de una familia mafiosa rusa con una fortuna desmesurada y una reputación peligrosa, se mueve con facilidad en el oscuro mundo de su familia y la de sus aliados. A pesar de ser una joven de apariencia elegante y encantadora, en su interior alberga una mente retorcida y un gusto por el caos.
          	  
          	  Vishnya nació en San Petersburgo, en el seno de una de las familias mafiosas más poderosas de Rusia. Desde temprana edad, estuvo expuesta a la violencia y a los negocios turbios de su familia. Su padre, un hombre frío y calculador, la crió bajo la filosofía de que la debilidad era el mayor pecado y que, en su mundo, solo los depredadores más despiadados prosperaban. Mientras otras niñas de su edad jugaban con muñecas, Vishnya aprendía a disparar y a manipular a la gente con una sonrisa encantadora.
          	  
          	  Su madre, en cambio, representaba una figura enigmática y aterradora en su vida. Aunque nunca participaba activamente en los negocios, sus propios gustos macabros y oscuros intereses la llevaron a rodearse de rumores sobre prácticas ocultas y rituales extraños.