────────────╱Lan WangJi sabía que su esposo era un desvergonzado y que siempre que podía, independientemente de la situación, buscaba provocarle. Así que no le sorprende escuchar sus palabras en medio de ese acto entre ambos. Y apesar de todo, Wei WuXian era tan elocuente y sabia tan bien como sacarle de sus casillas, que no puede más que tensar su mandíbula, mientras le observa, devorandole con la mirada. En medio de todo eso, sus movimientos no se detienen, sigue propinando embestidas sin ser piadoso, porque de todas formas, ellos no eran de un ritmo más vainilla. Además de todo eso, estaba la imagen de su esposo, todo embriagado de placer, sonrojado y vuelto un desastre, y era tan erotico, tan maravilloso y atrayente que era imposible no excitarse más y querer destrozarle para luego llenarle hasta el borde con su esencia. Un leve gruñido escapa de sus labios por ello, y antes de proferir alguna palabra, da varias embestidas más, certeras y rudas╱ Wei Ying puede aguantar varias rondas. ¿No puede con esto? ╱cuestiona, siendo este su turno de provocarle un poco, y de jugar, porque desde que estaba con el hombre había aprendido un poco mejor como hacerlo. Tararea sobre la extensa piel que se le presentaba ante él, enrojecida por toda la atención que le daba, y aún con marcas de las últimas veces que había hecho el amor╱ Correte otra vez ╱susurra escalando hasta los labios ajenos. Con una mano rodea el miembro ajeno, y empieza a bombear sin dar tregua, al mismo ritmo al que iban sus penetraciones. Sus palabras llevan una promesa como trasfondo. Le hacía correrse otra vez, y después él acabaría dentro.