allí, contra los barrotes, su cuerpo parece quedar desamparado y frío en cuanto el más alto se separa de él. los ojos violáceos y casi gatunos del mago persiguen al carcelero acusativos, y su corazón da un vuelco en cuanto lo ve abrir la celda. el tintineo de las llaves despierta su interés, y nuevamente termina peligrosamente cerca del contrario, esta vez sin ningún tipo de barrera entre ambos.
por alguna razón, eso despierta aún más su corazón, que se mueve frenéticamente por algo que lyney aún no pronuncia en voz alta.
──¡soy tranquilo! podría haberme portado muchísimo peor, lo sabes. ¿mh? ¿sí vas a negociar mi libertad conmigo? bueno... tenerte aquí dentro ya es algo: no esperaba que fueras a atreverte a entrar. ¿vas a ponerme de nuevo esas cadenas tuyas? ¿me devolverás mi visión? ──rápidamente, su mirada se desvía a las afueras: esta vez no era una presa, sino que se encontraba junto a su cazador, a escasos centímetros... y estaba a punto de deleitarse con él.
──te la robaré y te dejaré aquí dentro como venganza. ──musita, y no puede evitar dejar ir una risa ante esta idea. entonces, lo que viene después causa un rubor traicionero en sus mejillas. el "gato negro" se queda mirando un rato a su acompañante, y deja ir otra risa, esta vez incrédula. arquea una ceja, al tiempo que intenta sacudirse la vergüenza. ──sabes como divertirte ¿no?
entonces, toma al más alto de la camisa y lo baja hacia él, poniéndose levemente de puntillas. aprieta los labios y frunce el ceño, antes de encontrarse a si mismo más centrado en la boca del carcelero que en las llaves.
entonces, abre la suya y roza el filo de una de las llaves: lo muerde y su labio inferior toca el de wriothesley. ──no hagas fuerza.