Ven aquí, mis rulitos. - Apple se acercó con pasos suaves, notando la leve tensión en los hombros de Xander. Sin dudarlo, extendió los brazos y lo envolvió en un abrazo firme pero lleno de ternura. Sus manos descansaron en la espalda de Xander, trazando círculos lentos para reconfortarlo. —Estoy aquí, Xan.. —murmuró Apple contra su hombro, su voz cargada de calidez—. No importa lo que pase, siempre lo estaré, eres más que una figura en mi vida. Eres lo más especial de mi vida, eres el primer chico que forme un lazo tan lindo.