Creo que a este punto ya te he modelado la mayoría de mi ropa... pero este lo recuerdo específicamente, y sí. Qué bueno que sucumbes ante mis intentos de seducirte.
Gracias a ti por enseñarme la belleza de ser amada tan profundamente, por corresponderme, sostenerme y endulzarme el alma. Te amo tanto, mi amor, muchísimo.