Marlowe.

¡No me incómoda! Es sólo que..., ¿es un poco extraño? No encuentro la palabra perfecta o correcta, pero de que es algo es algo. Vaya, en tan poco tiempo te has convertido en una persona bastante madura, sinceramente estoy bastante orgullosa de ti y me encuentro conmovida, creces tan rápido, Zack. Eres un tonto, pensé que sabías que golpear es mi mecanismo de defensa, ¿acaso no te lo conté la primera vez que salimos a cenar? En mi mente yo ya te había dicho ese dato sobre mí, ¿o lo olvidaste? ¡Basta, Zack! ¡Yo no quiero saber si sigues en tu etapa hormonal o no! Así que, ve a saciar tus ganas con alguna chica y cuentale eso a ella, no me quieras perturbar con tus comentarios pornográficos que llegues a decir o te golpearé. 

¿Mis qué...? ¡Basta, Harrington! Deja de hacer esas cosas conmigo, ¿quieres? Además estás en la edad en la que quieres conocer a mujeres y salir con ellas, ¿o no? Yo no cuento, claro, salimos comer o a cenar pero somos amigos, ¿verdad? Quiero decir, Zack..., agh, olvídalo, empecé a parlotear de más y... ¡Ya! Eres tan amable que me frustra, ni siquiera sé si es amabilidad o coqueteo, ¡eres un tonto! Vámonos antes de que comience a golpearte con la primera cosa que encuentre, ¿qué te parece ir a comer y en la noche cenamos? Nada que una hamburguesa nocturna no pueda mejorar tu día estresante rodeado de niños hormonales.

¡Tío Zack! ¿Nos viste? ¿Acaso tú...? Olvídalo, estabas tan entretenido con la tía de Maxine así que dudo que nos hayas prestado un poco de atención. ¡Yo no dije nada! Soy inocente de cualquier acusación que quieras hacerme, tú solito has dicho que no eres valiente, apuesto ni cool, que poca fé tienes en ti, querido tío. Y no, no es Elizabeth, es Lizzie, repite conmigo, Liiiiz... ¡Auch! ¿Por qué fue ese manotazo? ¿Te duele que alguien más te tenga que enseñar cuando tú eres el maestro? ¿Qué tienes con Marlowe? Siempre los veo juntos, se ven bien. 

¿Así que ya lo tenías todo planeado para interceptarme e invitarme a comer? ¿Acaso eso está en tu plan de estudios, invitar a comer a las tutoras de tus alumnos? Y bueno, ¿qué puedo decirte? Ya tienes la respuesta aunque tampoco pensaba negarme para una cena contigo..., ¡y Max! Por cierto, buenas tardes, Zack, ¿no tienes considerado el renunciar a ser maestro cuando tu paciencia ya pende de un hilo? También debo decirte que no deberías acostumbrar a Max con ese tipo de sobornos, se va a acostumbrar y te va a extorsionar, créeme, la conozco. Ya, deja de insistir pero tienes que comprarme un rico arroz con leche y te prometo que no te arrepentirás de tenerme como acompañante, Harrington.