⠀⠀⠀彡𝑭𝒆𝒏𝒓𝒊𝒓

/un escalofrío recorrió su cuerpo por completo ante el roce entre sus pieles y soltó una pequeña risa por lo bajo, pues el tacto frío del ajeno le provocaba cosquillas. una de sus manos terminó en el cabello de su pareja, acariciando este para después dar leves masajes en su cuero cabelludo.    ¿Qué? ¿Cómo ibas a saber eso? Yo juraba ser muy bueno escondiendo mi respeto por esa mocosa. Mhm, supongo que ver cómo todos a mi alrededor perdían la vida tan fácilmente ocasiono que comenzara a apreciar ciertas cosas. Se las daré… diré que el amor de mi vida esta muy agradecido con ellos… ¿por qué eres tan lindo? /murmuró, antes de recortar la distancia y pegar sus labios a los adversos; comenzando a depositar repetidos besos sobre estos mientras susurraba suaves “te amo” entre cada uno.    ¡Lo bueno es que no me pasó nada! ¿Ves? Tu alma gemela es lo suficientemente fuerte para sacar adelante el mundo de la hechicería— ¡NO! No llores, corazón, basta de lagrimas, ya voy a callarme por un buen rato. Mmm, hubiera estado perfecto si solo olvidabas las cosas malas, aunque bueno, sin esas cosas malas no seríamos quienes somos ahora— ¿¡UH!? TENGO QUE AGRADECERLE A ESA PERSONA, ¿quién es?  

/el mayor alzó una ceja, observando como el contrario se acercaba para envolverlo entre sus abrazos; sonrió cálidamente, posando sus manos sobre los hombros adversos y masajeando los mismos.   No me sorprende que me conozcas a la perfección— ¿Cómo no lo haría? Es la única hechicera que ha podido conmigo y con todo lo que ser mi recipiente conlleva… Ella me aceptó tal y como soy, no se suicido para librarse de mí… Ahora lo que más hago es agradecerle a los hechiceros por darnos una segunda oportunidad. /deslizó sus manos hasta las mejillas ajenas y con sus pulgares repartió tersas caricias en ellas, inclinandose para depositar un beso en su frente.    No sé que habría hecho si eso sucedía. Había hecho la promesa de que regresaría a ti si salía vivo de todo eso… ¿Te imaginas que hubiera regresado y que tu no recordaras absolutamente nada de mí?

¿Le vas a creer a Laufey? Pff, por favor… es falso, ella miente, yo nunca—… /observó a sus alrededores mientras se cruzaba de brazos, buscando alguna excusa.       Lloré demasiado, hubo un momento en el que creí que Laufey moriría y, bueno, sabes que si ella muere, obviamente yo también… en ese momento lo único que pude hacer fue gritar que quería seguir viviendo, quería volver contigo… así que sí, lloré demasiado.

¿enojarse? pfff, probablemente… pero no dudo que ahorita tenga el tiempo para hacerlo. 

al estar solo durante un par de tiempo, y después de ver que Laufey necesitaba más ayuda, hice una extensión de mi espíritu, y termine creando una nueva maldición, la cual es, bueno… es mi hija, ¡pero no la tuve con nadie más! o sea, ocupe energía lunar pero no tuve relaciones con nadie, lo juro. /contó rápidamente, mientras buscaba en el rostro adverso alguna reacción negativa. Sin embargo, ahora mismo se encontraba demasiado ocupado comiéndolo a besos, besos que Fenrir correspondía con una lentitud inquietante, como si se tomara el tiempo de disfrutar cada segundo que pasaba. Al sentir como el contrario se separaba, intento seguir sus labios, queriendo robarle la oportunidad de tomar aire, pero notando la respiración agitada del chico decidió solo robarle un pequeño beso.      Te amo más, Zenox, te juro que lo hago. /sonrió entre el beso y correspondió al abrazo con emoción, apretujándolo con cariño y suavidad. 

Ow, así que no extrañabas mis besos… /cuestionó en tono burlón, para después robarle un piquito.    ¿Me extrañabas a mi pero no a mis besos? ¿Cómo planeas recuperar el tiempo perdido? ¿Con abrazos, precioso? … ni yo tampoco lo sé, mis días eran rutinarios y solo hacía lo que debía por obligación, pero nada era lo mismo sin ti. También te extrañé, cariño. /susurró contra los labios ajenos, sonriendo ladinamente, provocando que uno de sus hoyuelos apareciera en su mejilla; el jugueteo del contrario con su cabello provoco que el pecho del albino se contrajera, estos gestos eran los que más había extrañado.    Quizá tengas razón, la vida tiene tantos giros inesperados que nunca se sabe lo que te podría deparar en un futuro. Probablemente necesitábamos ese momento a solas para crecer como personas… sobretodo yo, después de vivir todo lo que viví, mire las cosas de una manera distinta… ahora estoy más seguro de quién soy y qué quiero, y lo que más anhelo en esta vida es tenerte a mi lado hasta el final. lo bueno es que nos volvió a unir, sino yo mismo haría que el destino nos uniera a la fuerza. /pestañeo un par de veces, restregando con sutileza su rostro entre las tersas manos del contrario, para segundos después dejar un beso en cada palma de estas.     ¡¿EN SERIO?! Oh, cielo, el día parece ponerse muchísimo mejor, ojala se mantenga lejos por un bueeeen tiempo— ¿¡eso significa que puedes volver a casa conmigo!? Anda Zen, di que sí, regresa conmigo, por favor… /suplicó, hundiendo su rostro en el cuello del chico, comenzando a depositar repetidos besos en distintas zonas del mismo.   hablando de esteril… hay algo que tengo que contarte, quizá te sorprenda un poco pero te aseguro que no es nada malo…

¿Tanto extrañabas mis besos que has llorado por ellos? /bromeó, intentando aligerar el ambiente. soltó inconscientemente un suspiro largo ante el tacto del adverso en su nuca, era algo que había añorando este último año.    Yo sí me culparía, porque tenía la responsabilidad de ir a buscarte… pero sentía que me odiarías y sabía que las cosas no saldrían bien teniendo en cuenta que en ese momento me encontraba muy exaltado, no hubiera soportado ver a tu padre de frente sin poder golpearle. Esperemos nunca llegues a ser esquizofrénico, no sé qué sería de mi sí vuelvo a perderte. /una pequeña sonrisa se formó en sus labios al escuchar la risa del contrario; arrugó brevemente su nariz debido al beso proporcionado, para después conectar su mirada con la adversa.        te prometo por mi lealtad a Laufey y mi amor por ti, que no volveré a apartarme, ni aunque me lo pidas. /antes de continuar hablando, sus labios se encontraron con los del contrario, correspondiendo al mismo con suavidad y cariño, mientras que sus manos bajaban desde sus mejillas hasta su cintura, envolviendo dicha zona con sus brazos, haciendo el intento por recortar aún más la distancia, si es que era posible. pequeños gruñidos de placer chocaban contra la boca ajena, pues la maldición había extrañado el sabor tan indescriptible de los besos del contrario.