¡Hey, hola! ¡Bienvenido seas, Zephyr! Tu nombre es igualito al de Zéphyros, el dios del viento del oeste, de hecho, el viento más ligero y cálido. Estoy seguro de que eres igual que él, aparte de lindo, me transmites demasiada calma. ¡En fin! Antes de que me extienda mucho. Espero que disfrutes de tu estancia y el lugar pueda ser de tu agrado.