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Todo lo que exista sin mi conocimiento existe sin mi consentimiento.

Su justicia social no me da miedo, me da risa. Piensan que evidenciándome me van a cambiar. Ni siquiera me conocen, ustedes no saben quién soy, ni mi nombre real, ni mi cara, ni mis redes sociales. ¿El instagram de mi descripción? Es uno alterno, por estas cosas. No soy estúpida. Soy mala persona. Soy odiosa. Soy nihilista. Soy fascista
           Nazi me dirán por ahí. Soy de ultraderecha. Soy antisemita. Odio, pero odio de una manera inhumana a los niños. No tienen que ponerme en evidencia pensando que hicieron algo grande, algo bueno por la sociedad, alguna justicia que no les concierne. Por eso lo hago yo. Se meten en mi vida, dándoselas de moralistas cuando ni siquiera sabes cuántas de las personas que te rodean son iguales a mí. Digo las cosas pesadas y de frente, no me interesa. ¿Te lastima? Excelente, porque ese es mi punto. Mi sola existencia te insulta, y eso es más que suficiente para mí.

Para portar un teléfono y dedicarse a consumir contenido maduro ya están grandes, pero cuando los "acosan" todavía son unos niños. ¿Ya dije cuánto odio a los niños? Si no, ya lo saben.
          
          Su sola existencia es un insulto para mí.

La poligamia es otro invento de la izquierda para no responsabilizarse de sus sentimientos. Dan asco. 

Pasen qué hongos se metió Karl Marx para escribir su manifiesto comunista, para no drogarme con ellos nunca.

Una puñalada arde, más que doler, aunque la hoja esté fría en realidad sientes que quema. Tal vez depende de la zona, pero eso sentí cuando me dieron entre dos costillas, por si tenían la curiosidad. (No, no me hice daño estando en lucidez.)