SoyyHawks

  revive y se muere*

SoyyHawks

regreseme mi vida hace dos años
Balas

NahamaJPN

La forma de su andar, aquella sonrisa e incluso parecía carecer del brillo natural en sus ojos, seguramente estaba preocupado por algo, aunque eso no le era de su incumbencia así que estaba de más cuestionar al respecto, por otro lado se notaba que estaba listo para la lluvia, seguramente se preparó de ante mano en caso de que lloviera. Eso le brindaba la sensación de que era muy precavido.
          
          Como respuesta agrando su sonrisa, tenía razón, tan solo era agua y aún así ahí estaba, sentada en espera de que terminara, simplemente para cumplir con protocolos que curiosamente no siempre seguía al pie de la letra.
          
          Analizó con extremo detalle su mirada que carecía de intenciones agresivas, más bien resultaba serena e incluso un tanto perdida en otro lado. Parecía cargar con una daga que le hizo sonreír de lado, había despertado su curiosidad. El contrario no tardó en tomar asiento aunque era cierto que si se tomó su tiempo.
          
          —Es una bendición tener compañía, por cierto la daga que porta es linda —halago 

NahamaJPN

No me mires como si estuviera loca TvT si soy, Pero no me lo recuerdes jajaj

NahamaJPN

Me desvelé ayer y hoy dormí un poco más Pero igual me cobró factura jajaja 
Balas

NahamaJPN

Ya dijiste!! Si me entero que haces masacres sin mi me voy a chillar a la esquina jajjaa
Balas

NahamaJPN

El tintineo de las gotas contra el camino de piedra se asemejaba a una melodía. La temperatura disminuyó mientras esperaba que la lluvia terminara. Bajo la protección del tejado de una sombrilla, sentada en las sillas de la mesa al aire libre. No diría que la lluvia me gustará, aunque tampoco le molestaba, le brindaba igual, sin embargo prefería no mojarse ya que eso arruinaría su imágen. Algo que tomaba mucho en cuenta, claro que existían sus excepciones. 
          
          Giro con tranquilidad cuando escucho el crepitar de una rama que cedía bajo el peso de alguien. Una cabellera azabache fue lo primero que distinguió. Esbozó una sonrisa amistosa.
          
          —Buenas tardes, parece que el clima no nos favorece —menciono para romper el silencio.