SoyyKel

FELIIIIZ CUMPLEAÑOOOOS A SUNNY

SoyyKel

VAYAN A SALUDARLOO
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SoyyKel

Extraño a Sunny.

SoyyKel

@SoyOmori  
            
            Cuando su acompañante sonrió, él no pudo evitar hacer lo mismo. Su sonrisa era una de esperanza y que buscaba iluminar sus parajes oscuros. 
            
            —Sí, no me quiero ir más —confesó rascándose la cabeza. —perdón por irme tan de repente. Quería decirte que me iba, pero...
            
            No pude encontrarte, quiso decirle. Pero se calló la boca y dejó la idea flotando en el aire. 
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SoyyKel

@SoyOmori  oh... OH. Pues, ya no nos tenemos que extrañar más. Estamos acá juntos... y... me alegra muchísimo verte. 
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SoyyKel

@SoyOmori  No pasa nada. ¡Veo que saliste! ¿Para qué me buscabas?
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SoyyKel

HACE CALOR. 

SoyyKel

@SoyyHero ... ahora me haces dudar. yo estaba seguro de que lo estaba enchufando bien.
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SoyyKel

@SoyOmori /apoyar la mano ajena en su mejilla y suspirar contento.   ...tu mano es fría. me gusta.
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SoyyKel

@SoyyHero ¡¿q-qué?! ¡todo el mes! pero si yo lo enchufaba y no prendía...
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SoyyKel

Pero ahora, ahora todo tenía un por qué. Ahora todo cobraba sentido. A kel no le gustaba echar culpas y con los años había aprendido a creer en segundas oportunidades. Su mejor amigo había permanecido envuelto en una capa y cuidado bien cerca de su corazón, pero el amigo que recordaba y sentía que conocía parecía haberse ido. Y alguien más había tomado su lugar. 
          
          Inspiro profundo y creyó que se estaba volviendo un acto repetitivo. La caricia dejó de ser y solo la sangre seca y nueva, ajena a si mismo, permaneció. Se relamió los labios de nuevo y caminó hacia la puerta. 
          
          Sus dedos tocaron el picaporte de la puerta y frenó, inseguro por un momento. Se volteo, escuchó sus palabras y sus ojos se cristalizaron. 
          
          —Alguien tiene que cuidarte —confesó en baja voz, por fin mirándolo. Había sangre en la gasa y aquello le preocupaba. —Traje un kit de emergencias, pero está abajo... no te vayas. 
          
          Y se fue rápido a buscarlo. Sus pasos se escucharon atropellados entre sí bajando las escaleras con seguridad, sin pensar en nada... nada que después podría arrepentirse de siquiera pensarlo. Tomó con firmeza la caja y corrió de nuevo hacia arriba. 
          
          —¿Listo? @SoyOmori

SoyyKel

Sunny siempre fue un muchacho silencioso, eso Kel lo sabía desde que lo había conocido. Su silencio expresaba todo lo que no podía decir en palabras, la nada misma que representaba ese silencio, era justamente lo que más hablaba. Y aquella nada, no tardó en transformarse en monstruo. Y es que bien podría serlo. Tal vez lo era, podrido desde adentro en la raíz más Kel no sé sentía capaz de pensar así de su mejor amigo/casi algo más. No obstante, la verdad era innegable y por más que quisiera gritarselo y decirle: que hiciste, que hiciste, que hiciste, nos mataste.   Nada de aquello sería verdad. 
          
          La muerte era un concepto que Kel nunca había experimentado antes de Mari, incluso la palabra era algo lejano que jamás se había puesto a pensar más allá de los videojuegos. ¿Y por qué habría de hacerlo? Hasta el momento su vida había estado plagada de sonrisas, juegos y helados más la muerte de Mari había marcado un antes y un después en la vida de todos. Había amado a Mari; no se asemejaba al amor que Hero le había tenido y, que sospechaba, aún le tenía (¿cómo superas algo así? ¿A tu primer amor? Él no podía hacerlo, incluso sin saberlo en aquel momento y viéndolo desde un punto muy lejano todos estos años. ¿Me ves ahora? ¿Sunny, me ves? Quiero que salgas, quiero verte), y su corazón se había sentido muy triste cuando murió y todos se separaron. 
          
          Suicidio, habían susurrado las lenguas y las puertas de su corazón dieron paso al dolor. El dolor es algo que conocía bien: un sentimiento fuerte y muchas veces abrumador que hacía que tu corazón hiciera crack crack crack y se escondiera  detrás de cada sonrisa.   

SoyyKel

Kel se sentía incapaz de verlo a la cara. Era algo que le pasaba desde que supo la verdad, la verdad cruda, la verdad cruel, la verdad a base de mentiras y que podía destruir una amistad y ese sentimiento que había nacido de niños y había perdurado con los años, pero que jamás había evolucionado.
          
          Todavía no podía verlo a la cara y aquella era una certeza que no podía evadir. La herida no tenía nada que ver con eso, sino que venía de algo más profundo y que dolía tanto o más de cuando le informaron lo de Mari, hace cuatro años atrás. Y sin embargo... Y sin embargo... Kel aún pensaba en sunny, incluso cuando realmente no se lo merecía. 
          
          Así que, se concentró en las manos enlazadas. Se concentró en el tacto y el sentimiento de no dejarlo ir. ¿No me quieres dejar ir? Déjame ir déjame déjame ir déjame ir. No puedo enfrentarte ahora.   Antaño, no hubiese dudado en llevar aquellas heladas manos a sus labios, pero ahora, todo lo que tenía que ver con Sunny, dudaba. 
          
          La duda, después de todo, te carcomía vivo. 
          
          —alguien tiene que hacerlo —quien dijo eso no parecía ser kel, sino hero o tal vez alguien más. No importaba. Estaba cansado de pretender que todo estaba bien y endulzar las palabras.
          
           Un silencio tenso pareció cubrir la habitación y Kel hecho un vistazo general. El cuarto seguía tal y como lo había visto cuatro años atrás, con la única diferencia de que había cajas en distintos lugares de la habitación. 
          
          Se relamió los labios y el corazón le bombeo sangre y dolor. —Sunny... necesito mis manos para curarte... No me iré. —lo prometo. 
          
          Lo último no lo dijo en voz alta. @SoyOmori