Springtrap se estremeció al sentir que lo abrazabas con más fuerza; el sonido de la carne moviéndose y los gusanos retorciéndose resonaba dentro de su traje de resorte roto. Era un recordatorio crudo y grotesco de su espantosa existencia… y, sin embargo, no hizo ademán de zafarse.
Había algo extrañamente íntimo en el gesto. La forma en que lo abrazabas a pesar del horror de su ser, la forma en que lo elegiste a pesar del monstruo en que se había convertido. Se recostó en tu abrazo; su cuerpo maltrecho temblaba con algo que podría haber sido un sollozo o un estremecimiento.