No me des ideas...
“Le cogí la mano a Christian, parecía mentira que todo fuese a acabar así. Después de tanto tiempo con nuestras idas y venidas, de mi no-maduración como persona (iba a poner maduración pero juré dejar de mentir hace tiempo) y de haber conseguido una relación más o menos sana con mi consciencia (bueno, al menos ya no me gritaba, que era un paso).
Estaban diciendo que apenas quedaban unos segundos. Todo el Mundo estaba abrazado, murmurando cosas al oído de sus seres queridos. Mi interior solo quería... solo quería...
Un sonido ensordecedor cortó mis pensamientos. Y luego, todo fue luz.”