Llego a ese puente donde te cito cada noche para poder ver las estrellas reflejadas en esos ojos verdes. Pienso en el frío que hace, en cómo esa señora me miró de manera extraña en el camino, en que había esperado con ansias este momento cuando finalmente podemos estar juntos y ser simplemente dos almas que desean ser inmortales... una junto a la otra.
Miro hacia un extremo del puente, caminas hacia mí irradiando seguridad, te acercas y me sonríes. Tus manos heladas tocan mis mejillas y besas mis labios. ¿Existe algo más placentero en el mundo que poder besar los labios de la persona que amas después de horas de fingir que no son más que unos simples desconocidos? Probablemente sí, pero hoy... justo en este momento, solo somos tu y yo.


Estudiante de Psicologia, cinéfilo, amante del rock, bohemio por aprendizaje vicario, mentiroso encantador, mentalmente inestable, neurótico disociativo, metamórfico, pensador deductivo, indestructible, impulsivo, fraterno... y principalmente, ser humano.